“Si demostramos que hacer el bien es el mejor negocio, la plata va ir a quienes quieren mejorar el mundo”

Impacta VC suma 30 aportantes y apunta a impulsar la economía de impacto a nivel latinoamericano. No solo busca movilizar recursos hacia este tipo de compañías, sino también ayudarlas para diseñar y mantener modelos de negocio sólidos que beneficien a la sociedad y el planeta.

La inquietud por invertir en empresas con propósito llevaba rondándole varios años al ingeniero civil industrial David Alvo. Tras fundar y dirigir una serie de startups, este emprendedor tecnológico fue reclutado por el venture capital NXTP para hacerse cargo de sus operaciones en Chile y cuando esa etapa terminó, decidió darle rienda suelta a ese bichito.

Tenía la inquietud por el tema y, además, en NXTP vi que a las compañías de este tipo que teníamos en el portafolio les estaba yendo mejor en la contratación de gente y con el cliente corporativo.

Fue entonces cuando Eduardo della Maggiora lo invitó a Burn to Give:

No lo dudé; armé un fondito con un amigo e invertimos.

No solo eso: entró a trabajar a la actual Betterfly y vivió la experiencia de estar en una compañía que busca el impacto positivo social y ambiental. Eso lo motivó luego a invertir y trabajar en Wheel the World.

Las nuevas generaciones están dispuestas a decidir con su bolsillo por productos que le hagan bien al mundo y, además, están decidiendo trabajar en empresas que se alinean con sus valores, aunque ganen menos.

Luego de dos años en esta travesía, en 2021 dio el paso decisivo: fue aceptado en un programa en EE.UU. que ayuda a desarrollar venture capitals, que es impulsado por Adeo Rezi, amigo de Elon Musk y fundador de la mayor aceleradora del mundo. Ahí aprendió todo lo necesario para estructurar un fondo que apunta exclusivamente a invertir en empresas, como dice él, "que le hacen bien al mundo". Embarcó a un grupo de socios, incluyendo a Rezi, y así nació Impacta VC en octubre.

Comenzaron con un portafolio que incluía las startups en que ya habían invertido los socios, como Betterfly y Wheel the World, y Lab4U, que era parte de las inversiones de Alan Farcas. Hoy se han sumado otras tres.

La idea es ser un fondo de US$ 10 millones, estructurado en EE.UU., para invertir en compañías de Latinoamérica. Todo guiado por una convicción:

Si logramos demostrar que hacer el bien es el mejor negocio, la plata, que es poder, va a estar en manos de quienes quieren cambiar el mundopara mejor.

Alvo está convencido de que el venture capital está creciendo tan rápido en la región que pronto serán las startups las que elegirán a sus inversores y no al revés.

Por eso, estamos estructurándonos para ser el fondo que mejor guíe a las compañías al siguiente nivel.

Eso implica tres líneas de trabajo. La primera es un programa que ayude a las compañías a levantar capital. La segunda es una red de mentores (que ya suma 30 emprendedores exitosos de la región) dispuestos a entregar su experiencia y a compartir el éxito del fondo. Y en tercer lugar, lo que llama "una guía para recorrer el camino del impacto".

Esto último responde:

Hoy la plata que quiere invertir en impacto solo encuentra el 10% de mercado... el 90% restante se guarda porque faltan proyectos. Recorrer el camino del impacto implica ser una buena empresa (que trata bien a su gente, sus proveedores, paga bien y se preocupa de su huella de carbono e hídrica) y tener un modelo de negocio que genera un impacto positivo, que es lo que más cuesta. Hay pocos Betterfly, Wheel the World, Karün o Lazarillo, que uno sabe que si crecen, le va bien al mundo.

En solo cuatro meses, Impacta VC ya ha sido contactada por 300 startups de América Latina que buscan inversión y proyecta apoyar a una decena este año, a nivel de capital semilla. Además, prepara un festival sobre el tema en Santiago.

Ha habido mucho interés. Creo que Betterfly nos ha allanado el camino, porque está demostrando que hacer el bien puede ser un gran negocio.

El Mercurio